Con apenas un año y medio de servicio, la Línea 12 del Metro representa un peligro para los pasajeros que la utilizan, de acuerdo con un estudio técnico realizado por la firma alemana ILF Consulting Engineer según cita el diario Reforma.
De acuerdo con los dictámenes técnicos solicitados por el Sistema de Transporte Colectivo (STC) y Proyecto Metro (PMDF), a los cuales el diario tuvo acceso, los convoyes utilizados para realizar el recorrido que va de Tláhuac a Mixcoac corren al borde del descarrilamiento.
Las fallas detectadas por ILF Consulting Engineer en 12 de las 20 estaciones de la también conocida como «Línea dorada» la cual, en promedio, es utilizada por 145,000 personas diariamente.
1- Rieles. Según ILF Consulting Engineer, en el trayecto entre la estación Tláhuac y Atlalilco, se registró un desgaste ondulatorio en rieles, lo que provoca desniveles.
El tramo más riesgoso es el que corre de forma elevada, siendo la zona de curvas de la estación Zapotitlán a Nopalera, de Olivos a Tezonco y de Lomas Estrella a San Andrés Tomatlán, los puntos más críticos.
2- Cable aéreo de alimentación eléctrica. El ondulamiento provoca que las ruedas, en vez de deslizarse, choquen contra los rieles, lo que genera fuertes vibraciones que ocasionan la caída de tensores de catenaria, que es el cable aéreo que da alimentación eléctrica al convoy.
3- Fisuras en durmientes. En un año se han cambiado 4,800 durmientes, objetos que sirven para fijar las vías, y 11,000 grapas, dispositivos que sujetan el riel al durmiente.
4- Marcha lenta del convoy. En un principio se planeó que la Línea 12 viajara a una velocidad de 80 kilómetros por hora, sin embargo, los convoyes lo hacen a 35 kilómetros por hora, medida que baja en los puntos críticos.
La lentitud del convoy provoca que el recorrido de las 20 estaciones se realice en un aproximado de 60 minutos, el doble de lo planeado.
Con información de Animal Político