El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dejó el pasado miércoles su cargo y será sustituido por José Antonio Meade, en medio de un pobre crecimiento económico y los coletazos de la visita del candidato republicano estadounidense Donald Trump.
Tras una exitosa aprobación de varias reformas, la gestión de Videgaray se deterioró por los bajos precios del crudo, el debilitamiento del peso y recientes alertas de las agencias calificadoras por el alto endeudamiento de la segunda economía latinoamericana.
A esto se sumó una andanada de críticas después que medios de prensa señalaran a Videgaray como el funcionario que influyó sobre el presidente Enrique Peña Nieto para que invitara al candidato republicano Donald Trump, un tema que le ha puesto a la sociedad en su contra y que ha generado un deterioro más marcado en su aceptación.
La gestión realizada por Luis Videgaray para que viniera el beligerante magnate no era conocida por la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien se enteró en el momento en el que el viaje era un hecho consumado.
En los hechos fue excluida y no compartía el criterio de que esa significaría alguna ventaja para México y el gobierno de Peña Nieto. Ante esta realidad, “Indignada por la forma como en un tema de su competencia había sido relegada, fue a ver al presidente esa noche y renunció.” La renuncia fue rechazada.
Tampoco estuvo de acuerdo con la visita de Trump el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong que pidió al presidente que cancelara la invitación y se ofreció como responsable del desaire. Fue Más allá. “Según los funcionarios, le ofreció al presidente que le echara la culpa de la cancelación y que lo despidiera. Su renuncia sobre la mesa para facilitar esa salida al presidente, también fue desechada.”
En cuanto estuvo enterada Ruiz Massieu, pidió al secretario Videgaray que se cancelara la invitación a Trump, pero éste le dijo que era imposible. “La canciller respondió que sería más barato, políticamente para el presidente, el desaire que recibir a Trump.”
José Antonio Meade, un doctor en Economía de 47 años bien visto por los mercados, ya ocupó la jefatura de Hacienda en septiembre de 2011 hasta el final de la administración del expresidente Felipe Calderón, en 2012. Actualmente se desempeñaba como secretario de Desarrollo Social.
La salida de Videgaray no provocó mayores reacciones en los mercados debido a que desde hace semanas había versiones de que sería sustituido por Meade.
Luis Videgaray había sido hasta ahora el hombre fuerte al lado del presidente, cuya popularidad está en mínimos históricos debido a la debilidad de la economía, la falta de control de la violencia ligada a los cárteles del narcotráfico y la corrupción.
Una portavoz de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo que Videgaray no ocupará otro cargo público, sin embargo, analistas políticos dicen que el próximo año podría ser el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) para las elecciones del estratégico Estado de México.