Tinder es popularmente conocida por ser una aplicación dirigida a conocer personas de una forma relajada y libre de estrés.
Encontrar al chico adecuado requiere horas y horas de búsqueda —si eres más o menos selectiva a la hora de elegir tu cita— lo cual bastante frustrante. Peor aún, recientemente surgió un fenómeno que hace que la experiencia en general sea mucho más desesperante: el Tindstagramming. El término apareció por primera vez en un artículo de la revista Select All para referirse a los hombres rechazados de Tinder que acosan a las mujeres con mensajes directos en Instagram.
La razón por la que los hombres pueden hacer esto sin ningún tipo de complicación es porque Tinder ha dado poco a poco más opciones para que la gente pueda personalizar sus perfiles. En 2015, se creó una nueva opción que hacía posible conectar tu cuenta de Instagram a tu perfil Tinder. Desde entonces, los usuarios pueden ver algunas de tus publicaciones más recientes, hacer clic en ellas y así acceder directamente a tu Instagram para seguir mirando.
Esto es ideal para todos aquellos —que no son pocos— que quieren conocer a alguien para algo más, y también para los que necesitan algo más que la apariencia física para sentirse atraídos. También es muy útil poder ver las fotos en las que han etiquetado a tu match y así tener una idea más real de cómo es la persona a la que vas a conocer.
Ahora hay otra vía de contacto disponible: los mensajes directos de Instagram. Los hombres a quienes han rechazado pueden pedir explicaciones a las mujeres de por qué lo hicieron.
Ellos creen que quizás las mujeres en cuestión los rechazaron por error, o simplemente estaban haciéndose las duras y lo que parecía un simple “no” era en realidad una invitación a participar en una guerra de tira y afloja.
Lizzie, de Berlín, dice que los mensajes que recibe en Instagram de los hombres que rechazó en Tinder suelen ser, básicamente, del estilo, “Oye, te he visto en Tinder, ¿cómo estás? ¿Quieres salir?”. Es decir, lo mismo que te habrían dicho si no los hubieras descartado al principio. A veces lo que hacen es dar like “a unas 20” fotos tuyas para llamar tu atención.
Lizzie solía desactivar Instagram de su perfil de Tinder. “En un principio sí tenía conectados ambos perfiles porque creo que es una manera rápida de ofrecer más que una primera impresión de ti como persona.
Escribir un simple texto en tu perfil no dice tanto de ti. En cambio, compartir tu Instagram es como decir, ‘Eh, tengo amigos y hago cosas cool”. Es irritante que las mujeres no puedan utilizar la aplicación como les gustaría, pues tienen que modificar su comportamiento por culpa de hombres muy insistentes.
A Josie, londinense de 29 años, le ha pasado muchas veces. “Es una gran estupidez y resulta muy molesto. Yo intento ser muy clara y no darles falsas esperanzas, lo que me hace pensar que simplemente no me escuchan”, explicó. “¿Qué sentido tiene rechazarlos en Tinder si de todas formas me van a contactar?”.
Chloe, de 18 años y de Cheshire, contó que a ella le pasó algo peor que recibir mensajes estúpidos. Un hombre al que había rechazado en Tinder le mandó fotos ‘inapropiadas’ por medio de mensajes directos en Instagram.
“En ese momento estaba con un amigo que lo insultó, y el tipo lo único que hizo fue enviarme más”, me contó. Como Lizzie, Chloe quiere tener su Instagram accesible a los hombres que la ven por Tinder porque es “como tu currículum, como un archivo de tu personalidad y estilo”.
¿Qué podría hacer Tinder para arreglar esto? Algunas sugerencias son deshabilitar la opción de acceder a una cuenta de Instagram a través de Tinder, eliminar la posibilidad de compartir fotos de Instagram en Tinder o solo mostrar algunas.
Pero, como todos sabemos, esto no pasa sólo en Tinder. Ayra, de 24 años y de Londres, dice que en Bumble, diseñada específicamente para que las mujeres den el primer paso, sucede lo mismo. “Las mujeres supuestamente deben mandar el primer mensaje, pero los hombres lo ignoran y se lanzan primero”, explicó. “Lo peor es cuando no paran de intentarlo y siguen respondiendo a tus historias, aunque no les contestes”.
Dejando Instagram a un lado, si tienes el radio de búsqueda de Tinder muy corto, lo más fácil es que acabes encontrándote con alguien que solo muestra su nombre de pila, su edad y cualquier otra información que quiera tener pública en su biografía.
El Tindstagramming es algo que solo hacen los hombres. Por experiencia personal, si cualquier mujer quiere seguirte en Instagram o contactarte por otra vía distinta, siempre te pide permiso. Lizzie está de acuerdo: “Es algo muy típico de los hombres. Las mujeres nunca lo hacen. Supongo que los hombres no sienten que tengan que respetarnos en ningún aspecto”, dijo. “Para ellos lo más importante es que se les vea y se les escuche”.