El Mini que ahora ves por las calles es una especie de reencarnación de un vehículo que fue icónico en la Gran Bretaña de los años sesentas.
Conocido también como Morris Mini y Austin Mini, fu concebido por British Motor Corporation como una alternativa al escarabajo de Volkswagen y fue un auto en muchos sentidos innovador: uno de los primeros en utilizar tracción delantera con motor transversal que ahorraba mucho espacio en la zona de los pasajeros (daba un 80% de la plataforma para ello).
El auto inició como un lenta pero simpática opción de automóvil muy barato y ahorrador hasta que a John Cooper, un diseñador de autos de carrera, se le ocurrió poner un motor más grande para utilizarlo para competiciones deportivas. De ahí viene el nombre de Mini Cooper.
Gracias a su tamaño el auto era ideal para tomar curvas cerradas de manera muy veloz por lo que se hizo la elección ideal para los Rallies.
El pequeño auto se transformó en una especie de ícono inglés que hasta tuvo su propia película:
Con el tiempo la marca murió, literalmente, hasta que a alguien en BMW se le ocurrió comprarla para revivirla con los autos tan populares que hoy vemos en la calle, sin embargo, llama la atención el regreso del Mini -el original, sin esteroides alemanes- que será eléctrico.
Checa las fotos:
Silencioso, con un motor eléctrico y el logotipo clásico reemplazado por una imagen de su capacidad eléctrica.
¡Todo un clásico británico!