Sabías que las necesidades fisiológicas y el apetito sexual pueden hacerse evidentes en nuestro cuerpo mediante una serie de síntomas que reflejan el deseo de sentir contacto sexual.
Además la falta de sexo afecta física y emocionalmente a las personas, incluso sin que estas se lleguen a dar cuenta.
Chécate estas señales que manda tu cuerpo:
1. Mal humor y estrés
Tener altibajos en el carácter, en especial en el ámbito social, es un síntoma de que el cuerpo necesita sexo. Obviamente, no en todos los casos es esta la razón del estrés y el mal humor.
Es importante saber que el sexo contribuye a tener un mejor estado de ánimo y, aunque muchas veces se intente ignorar, es una necesidad que no se puede reprimir.
2. Aumentan las fantasías
En mayor o menor medida, toda persona sueña o tiene presentes algunas prácticas sexuales. Por lo general ocurren durante la noche o como producto de algún tipo de estímulo.
No obstante, cuando estas fantasías se convierten en algo frecuente y aparecen en diversos momentos del día, es porque el cuerpo está ansioso por tener relaciones sexuales.
3. Falta de brillo en la piel
Parece incoherente pensar que el acto sexual puede mejorar el estado de la piel, pero no lo es. Cuando se practica sexo con frecuencia, los poros de la piel se abren y liberan las impurezas que se suelen acumular y que dan lugar a las imperfecciones.
Es obvio que no se trata de un tratamiento estético, sin embargo, como cualquier otra actividad física, el sexo facilita la eliminación de toxinas mediante el sudor y activa la circulación sanguínea. Si notamos que, de repente, el rostro ha perdido su brillo natural y hay más acné de lo habitual puede ser un indicio claro de falta de sexo.
4. Menos sociales
El dejar de tener experiencias sexuales puede provocar un aislamiento social. Esto se explica por la disminución en la producción de endorfinas, sustancias que ayudan a mantener el buen humor y el deseo de estar rodeados de más personas.
5. El peligroso sentimiento de soledad
¡Cuidado! El sentir soledad puede llevar a tomar decisiones poco acertadas, en especial cuando de sexo se trata. Tras pasar mucho tiempo sin sentir la emoción del sexo, el sentimiento de la soledad empieza a dominar las emociones y puede ocurrir lo siguiente:
¿Te has sentido así?