Durante el sexenio pasado, se adquirió un “novedoso” aparato capaz de detectar drogas, explosivos, bombas. Su llegada al territorio mexicano, sin duda causo revuelo, no más que su costo. Se trata nada más y nada menos que del famoso GT 200, mejor conocido como la “ouija del Diablo” un mango de plástico con una antena que rota libremente.
Fue hasta hace unos meses que Gary Bolton director de la empresa Global Technical LTD, misma que vendió el detector molecular GT 200 es detenido y juzgado por la Corte Británica, por la estafa que realizó con este aparato. No solo en México, también en Latinoamérica, Tailandia, China, Arabia Saudita.
El proceso fue largo, sin embargo nunca se le dio gran difusión en nuestro país, ¿Cómo quedaría el gobierno Calderonista, que siempre estuvo en el “combate a la delincuencia” creyendo en el GT200? ¿Con qué cara informaría sobre el tema donde México pago 450 millones de pesos? de acuerdo con información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), ya que el GT 200 fue utilizado por al menos 27 estados de la República, entre ellos: Morelos, Guanajuato, Sinaloa.
Incluso el científico de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luis Mochán se presentó en la Corte Británica, para declarar sobre la ineficiencia del aparato, ya que él es uno de los coautores del peritaje de campo que se realizó en nuestro país.
Gary Bolton, fue sentenciado este miércoles a siete años de prisión por haber comercializado sus aparatos durante 2007 a 2012. “El jurado encontró que tú lo sabías, pero que así continuaste vendiendo tus aparatos durante cuatro años”, dijo el juez, “por lo que obtuviste ganancias enormes a pesar de saber que estos eran fraudulentos”.
El hombre de 47 años alegó judicialmente que “sufría depresión como para enfrentar un periodo largo de encarcelamiento”, pero el juez no le dio validez a su diagnóstico.