La firma A&M, líder de gestión de cambios, recomienda cuatro pasos para evitar que esto ocurra y convertir al 2021 en el año de la transformación y el crecimiento.
De acuerdo con un estudio realizado por Standish Group, de 3,555 empresas que iniciaron un proceso de transformación digital, más del 41% fracasaron por abandonar sus iniciativas; el 52% calificaron el proceso como un “reto” al enfrentarse con el presupuesto asignado, retrasarse o al no cumplir con las expectativas; únicamente el 7% se consideraron casos de éxito al ejecutar como lo planearon desde un inicio.
Floris Iking, fundador, socio y managing director en Alvarez & Marsal (A&M) México, señala lo siguiente:
“No es posible que una empresa opere de la misma forma en que lo hacía antes, cuando nos enfrentamos a desafíos que nadie había imaginado; debemos convertir esta crisis en oportunidad, para generar valor y encaminarnos hacia la recuperación financiera”, señala.
Para desarrollar una estrategia de transformación exitosa, A&M recomienda seguir cuatro pasos de diseño, ejecución y gestión de riesgos que se puedan presentar.
- Definir los objetivos para que sirvan de brújula.
Analizar las condiciones de la organización, las tendencias en la industria y los cambios de hábitos de clientes o consumidores. Se recomienda involucrar a todas las áreas implicadas en el proceso de transformación (sin importar su nivel en la estructura organizacional).
- Asignar un líder que enfoque los esfuerzos del equipo en la ruta crítica.
Se requiere de un responsable que se anticipe a los riesgos y mantenga al equipo enfocado en la ruta crítica para la entrega de resultados. La persona designada será también quien comunique la nueva visión y colabore con trabajadores, proveedores y/o consultores.
- Identificar los riesgos críticos e insistir en reportes de estatus precisos.
Un factor clave de éxito para los programas complejos es tener líderes imparciales que le digan lo que necesita escuchar, independientemente de si son buenas o malas noticias.
- Integrar a las partes involucradas para generar compromiso.
Siempre habrá individuos o áreas que se resistan al cambio; por esta razón, se debe establecer una comunicación clara y honesta para informar la nueva forma de trabajo y lo que se busca, haciendo hincapié en que todos los esfuerzos van alineados en un mismo sentido.
En esta pandemia las organizaciones se enfrentan a retos y riesgos no planeados, la dirección debe estar lo mejor preparada para enfrentarlos y tener un plan de trabajo con una visión externa puede ayudar a que los cambios fluyan.