Este martes Rusia presentó cargos de piratería contra activistas de Greenpeace los cuales trataron de abordar una plataforma de perforación petrolera en el Artico, propiedad de la compañía Gazprom.
Los 30 activistas están a bordo de un buque de Greenpeace, el Arctic Sunrise, que es remolcado al puerto de Murmansk por la guardia costera rusa.
El Comité de Investigaciones federal de Rusia declaro que abrió un expediente con cargo de piratería, que puede llevar una sentencia de hasta 15 años de cárcel y una multa de 500.000 rublos (unos 15.500 dólares).
Greenpeace insiste en que Rusia no tenía derecho a abordar el barco.