Ayer por la noche, en la Arena Manchester, durante el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande donde asistieron más de 21,000 personas, ocurrió un atentado terrorista que dejó a 22 muertos y 59 heridos.
La policia brítanica indentificó a Salman Abedi como autor del terrible acontecimiento.
El jefe de la policía de Manchester, Hopkins, busca dictaminar si el autor actuó solo o conto con una red de apoyos.
Abedi nació en Manchester, en una familia de origen libio y tenía al menos dos hermanos, también británicos.
El Estado Islámico (EI), al que fuerzas armadas apoyadas por Occidente están combatiendo en Siria e Irak, dijo que perpetró el ataque. Pero algunos expertos desestiman esa información ya que no había evidencia de relación directa con el grupo insurgente y porque las declaraciones de EI discrepaban con los informes de la policía local.
La primera ministra británica declaró: “Todos los actos de terrorismo son cobardes (…) Pero este ataque se destaca por su horrenda y repugnante cobardía al apuntar deliberadamente contra niños y jóvenes inocentes e indefensos que debían estar disfrutando una de las noches más memorables de sus vidas”
Ariana Grande, de 23 años, escribió más tarde en Twitter: “Destrozada, desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho, no tengo palabras”.
El ataque del lunes fue el más letal en el país desde que cuatro musulmanes británicos causaron la muerte de 52 personas en actos coordinados con bombas contra el sistema de transporte de Londres en julio del 2005. Países desde Estados Unidos hasta Japón evaluaban reforzar la seguridad en teatros, estadios deportivos y centros de eventos tras el hecho.
ISIS se adjudica el ataque terrorista en concierto de @ArianaGrande en Mánchester. El atentado dejó al menos 22 personas muertas. pic.twitter.com/kz6M7YRHu2
— Cultura Colectiva (@CulturaColectiv) 23 de mayo de 2017