Sabias que jugar no solo divierte, también conforta, alivia. Sin duda algo que debemos considerar en esta época. En nuestro país, 12 millones de niños sufren estrés postraumático a causa de los sismos del 7 y 19 de septiembre, esto de acuerdo a la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), que también asegura que las principales causas son no poder regresar a la escuela y quedarse en casa, además de la misma experiencia de los temblores y el miedo a perder a alguno de los miembros de su familia.
En el país, 10 mil escuelas resultaron dañadas. De estas, 400 serán reconstruidas por completo. En el caso de la capital, hay 50 planteles dañados y nueve esperan su renovación total. Estas cifras se traducen en cientos, quizás miles de niños que perderán periodos de clases o que tendrán que iniciar de nuevo las clases en otro lugar.
Al respecto, Maritza Briseño, pedagoga, señaló que la terapia de juego es la estrategia más apta para volver a los niños a su estado emocional y para reconectarlos con una sociedad que, a sus ojos, parece fracturada y no entienden el porqué.
“Al divertirse se expresan, reducen la ansiedad, se olvidan de los miedos, ganan seguridad, aprenden y entienden que en los juegos existen reglas. Además de que es una forma terapéutica de colocarlos, poco a poco, en su cotidianidad”, explica.
De acuerdo con la especialista, se trata de un proceso de relajación, autocontrol y reconocimiento, pues a través de actividades, los niños entienden que no solo ellos se sienten así y, una vez identificados con otros, ganarán seguridad para salir a la calle, separarse de casa, ir a la escuela.
Ante esta situación se creó la estrategia #NiñezPrimero, la Red por los Derechos de la Infancia creó un programa en el que padres, educadores, especialistas y cualquier interesado podrá consultar propuestas de acción ante la emergencia, además de guías para educadores y cuidadores, manuales de terapia lúdica y recomendaciones de acompañamiento a niños afectados emocionalmente por las secuelas de los sismos.
Se espera que se instalen 38 espacios amigables instalados por la Unicef México en las diez entidades más afectadas.