El concierto «Estamos Unidos Mexicanos» terminó causando todo lo contrario a lo que pretendía, pues a pesar de ser originado como motivador de unión tras el sismo, provocó daños estructurales en la Catedral Metropolitana de la CDMX.
“Del vano de la ventana que da al coro se ha caído una cantera grande hacia la bóveda de la nave procesional y se corre el riesgo de que otro fragmento de cantera interior se caiga sobre la sillería del coro, lo que sería una pena que sucediera. Por tal motivo, posiblemente, en breve, se comenzará a instalar un alto andamio para retirar esta enorme piedra”, contó el capellán de la catedral, Felipe Galicia.
Galicia extendió la petición a las autoridades de la CDMX a que hagan las cosas de «forma diferente» o que le «bajen al volumen», además de invitar a la ciudadanía a hacer conciencia sobre que los eventos masivos dañan a la iglesia más importante de la ciudad.
Sin embargo, y contrario a lo que apunta la versión del capellán, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descartó que La Catedral haya sufrido daños posteriores a los del 19-S, o de forma concreta relacionados con el concierto.