El líder del culto que simbolizó el lado oscuro de la contracultura de los sesenta murió a los ochenta y tres años.
Según el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR, por sus siglas en inglés) el líder del culto de la familia Manson ha muerto de causas naturales a los ochenta y tres años en Bakersfield, California. En enero, fue hospitalizado por una hemorragia gastrointestinal, de la cual nunca se recuperó completamente.
Manson es recordado como un asesino serial, aunque él nunca cometió fisicamente ninguno de los asesinatos por los cuales fue enviado a la cárcel. En vez de eso, sus seguidores llevaron acabo los asesinatos bajo su dirección. El caso más memorable sigue siendo el homicidio de la actriz de Hollywood Sharon Tate, la esposa de Roman Polanski que, en ese entonces, tenía ocho meses de embarazo.
A lo largo de 1969, Charles Manson ordenó a sus seguidores a cometer nueve asesinatos en cuatro locaciones separadas y sin ninguna conexión aparente, lo cual desconcertó a los investigadores por meses.
Para Manson y su grupo de criminales, los asesinatos eran para provocar una guerra racial a la que Manson se refería como «Helter Skelter». Este evento llevaría a un nuevo orden social en el que Manson supuestamente se convertiría en un profeta y salvador.
Manson terminó siendo condenado por homicidio y sentenciado a muerte en 1971. Sin embargo, la sentencia nunca se llevó a cabo. En 1972, el estado de California prohibió la pena de muerte y su sentencia cambió a cadena perpetua. En el transcurso de su sentencia de cuarenta y seis años, Manson aplicó para libertad condicional doce veces y estas fueron rechazadas en cada oportunidad.
Durante su tiempo en prisión, Manson fue considerado un preso problemático: generó varios incendios y amenazó con inundar su celda. Pasó largos periodos en confinamiento solitario.