El que es considerado «el sismo más fuerte de los últimos 100 años» nos despertó a todos, o bueno, casi a todos (no estoy tomando en cuenta a los de sueño pesado).
Sin embargo, en cuanto a repercusiones no tuvo nada que ver con la destrucción que ocasionó el terremoto de 1985. La pregunta es, ¿por qué?
Justamente, este 19 de septiembre se cumplen 32 años de aquel sismo que dejó en shock a miles de personas y que, desafortunadamente, le quitó la vida a aproximadamente 10 mil, según reportes de testimonios y bases de datos, obviamente las no oficiales.
Los capitalinos iban despertando aquel día entre escombros, edificios derrumbados, hospitales llenos de lesionados y miles de personas disponiéndose a salir a ayudar y rescatar, por un hecho que simplemente rebasó al gobierno en turno. (Miguel de la Madrid ahí te hablan…).
La ciudad es muy diferente luego de esos casi 32 años, las casas y edificios son construidos atendiendo muchas más normas de construcción, simplemente, la ciudad aprendió su lección.
Ahora bien, además de estos importantes factores, hay tres puntos fundamentales que según los expertos, resultaron clave para que el sismo no fuera tan destructivo como aquel que marcó a la ciudad y al país entero. Aquí te los desglosamos:
- El sismo fue más lejano de la Ciudad de México. El terremoto de 1985 tuvo su epicentro muy cerca del puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, mientras que el sismo del pasado 7 de septiembre tuvo su epicentro en Tonalá, Chiapas.
- El sismo fue mucho más lejano de la costa. El terremoto de 1985 fue localizado en el Océano Pacífico, muy cerca de la desembocadura del Río Balsas, límite natural entre los estados de Michoacán y Guerrero, a diferencia del sismo del pasado jueves.
- El sismo fue mucho más profundo. El terremoto de 1985 tuvo una profundidad de 15 kilómetros, a diferencia del de anoche que tuvo una profundidad de 58 kilómetros.
Estos factores sin duda marcaron diferencia en lo que respecta a la gravedad del sismo, sin embargo, todas las medidas de prevención que se han implementado desde 1985, así como las distintas normas que se han implementado como consecuencia de aquel fenómeno natural, sin lugar a dudas han marcado la diferencia para que no haya tenido una mayor cosencuencia.