La franquicia de Nueva Inglaterra se encuentra empatada en segundo lugar de la AFC Este con los Jets de Nueva York, los JETS. La dinastía se desmorona.
El mundo deportivo es un caos apocalíptico alimentado por la demencia que circula en Twitter sobre cómo comportarse durante la entonación de un himno nacional antes de cada partido. A pesar de ser conscientes de que existen altibajos de todo tipo en la vida, nuestros corazones saben que las cosas no mejorarán mucho (tal vez nunca).
Sin embargo, tenemos buenas noticias para todos aquellos que detestan a los Patriots de Nueva Inglaterra: los campeones, por fin, son una basura esta temporada.
El equipo que ama/amó a Donald Trump y que carga con un largo historial de controversias de espionaje y trampas parece venir a menos cada semana. Todos deberían saborear este grandioso momento. Cuando los Pats se pierdan la postemporada este año, el lunes siguiente a su fracaso debería declararse día de asueto en todo el mundo menos en Nueva Inglaterra.
Los Patriots de Tom Brady no sólo tienen un récord de 2-2. Es un 2-2 de la chingada. Deberían estar 3-1 en la campaña detrás de los Bills de Búfalo y los Jets de Nueva York en la AFC Este. Pero no fue posible porque empataron con un equipo que ha intentado varias veces sabotear su propia temporada desde el verano. La franquicia que hace poco era el estándar de excelencia de la NFL ha sido incapaz de generar distancia con los Jets, el peor equipo de este (y muchos otros) años.
¿Cómo no sonreír cuando los Pats permiten 32 puntos por partido? La paliza de Alex Smith en el partido inaugural de la temporada nos dio la primera pista de que los Patriots serían los nuevos Bills este año. El equipo de Carolina había anotado 45 puntos entres partidos antes de que Cam Newton sumara 33 el domingo pasado SIN Greg Olsen. Newton tuvo siete pases incompletos y cuatro touchdowns. Los nuevos jefes de la AFC Este —los Bills— solamente le permitieron a Carolina anotar 9 puntos. Ante los Patriots, Kelvin Benjamin, quien apenas podía caminar hace unos días, necesitó solamente cuatro atrapadas para superar las 100 yardas. Nueva Inglaterra permite 457 yardas por partido. La Universidad de Rutgers concede 363 por juego. Sumen y resten, no es tan difícil.
Se acabó. Brady ya no posee la agresividad de antaño. Tiene 40 años y está más interesado en vender pijamas «inteligentes» a precios altísimos y recetas de comida saludable. Tu índice de pases completos también superarían el 70 por ciento si tu esquema a la ofensiva estuviera conformada por James White, Dion Lewis, Burkhead, y Bradin Cooks.