Sin duda alguna este es un problema que requería de una solución desde tiempos inmemorables cuando el primer ser humano se quitó las pantuflas y pensó con pereza que debía de ponerlas en su lugar.
¡Pantuflas que se guardan solas y se estacionan a la espera de ser usadas!
Fuera de broma, esta es la forma en la que Nissan está presumiendo la capacidad de algunos de sus vehículos de estacionarse solos y de manera inteligente. Para ello ha dotado al hotel Ryokan con diversos artículos que incluyen su tecnología ProPILOT Park -pantuflas, mesas y almohadones- que cuentan con pequeñas ruedas (las cuales se colapsan al momento en que sienten el peso del usuario) así como pequeños procesadores y motores.
Es curioso ver como las cosas, cuando han acabado de usarse, regresan de manera casi «mágica» a su lugar correcto.