El caso de una mujer embarazada veinte años después de la menopausia, vuelve a plantear
el tema de la reproducción asistida y ha dividido a la sociedad española. El 11 de octubre, en una clínica en Galicia, en el norte de España, Lina Álvarez, de 62 años, dio a luz a una niña. Veinte años después de la menopausia, realizó su «sueño» a través de una donación de óvulos y esperma. Doctora de profesión y siendo ya una madre soltera de dos hijos, esta devota mujer católica fue invitada a programas de radio y televisión durante los últimos meses de su embarazo para narrarle al país que estaba presenciando lo que ella misma denominó «un milagro». Una situación paradójica cuando sabemos la iglesia católica rechaza la práctica de la reproducción asistida. España es un país en donde no hay límite de edad para someterse a un tratamiento de fertilidad; sin embargo, este embarazo ha indignado a una gran parte de la sociedad.
Para encontrar un médico dispuesto a recibir su petición, Lina Álvarez, madre de un joven de 27 años con parálisis cerebral y un niño de 11 años el cual también nació después de usar la reproducción asistida, reconoció que recorrió durante casi ocho años clínicas del país sin encontrar ningún resultado. Fue finalmente a través de Internet que encontró un ginecólogo que labora en una clínica de Madrid, el cual estuvo dispuesto a someterla a un tratamiento de fertilidad. Ella se niega a revelar su nombre. El polémico caso también ha dividido a las feministas, entre las que no se sorprenden cuando un hombre de 62 años de edad se convierte en padre y las que consideran que esta decisión no toma en cuenta el bienestar de los niños. El país todavía recuerda la historia de una española de 67 años que dio a luz a gemelos en 2007. Para esto, ella tenía que ir a una clínica en los Estados Unidos y mentir acerca de su edad. Dos años más tarde, murió de cáncer.