La política estadounidense se ha reducido a esperar el tuit mañanero de Donald Trump.
Parce que los medios, la clase política y los opinadores profesionales dependen de lo que el mandatario publique en la red social para saber “cómo viene el día”.
Ese es el gran problema del ejecutivo de Estados Unidos: el presidente no es otra cosa que un troll de Twitter cuyo único objetivo auto impuesto es el de atacar a los que considera sus enemigos.
¿Su afán por tumbar el Obamacare? La simple satisfacción de restregarle en la cara a Barack Obama que el revirtió uno de sus más grandes logros.
Para Trump el hecho de que Obama llegara a la casa blanca ha sido una de las más grandes afrentas la cuál siempre tomó de forma personal.
¿La controversia en torno a los enfrentamientos en Charlottesville? Una simple manera en la que el presidente -al apoyar grupos extremistas y fascistas- toma venganza de los liberales a los que ve como enemigos.
Decir que “México está lleno de criminales y va a pagar por el muro”, la forma en que logra un retuit o un “like” por parte de sus seguidores más radicales. El ejemplo es el mensaje que publicó ayer domingo:
With Mexico being one of the highest crime Nations in the world, we must have THE WALL. Mexico will pay for it through reimbursement/other.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de agosto de 2017
De ese tamaño es la autoestima y la inteligencia emocional de Donald Trump. De un troll que, si no se le está alabando de manera continua, utiliza los recursos más bajos para conseguir la atención; la aprobación.
Afortunadamente ayer también vimos, por primera vez, una respuesta centrada, lógica y contundente por parte de la cancillería.
Comunicado sobre las recientes expresiones del Presidente de los EUA, la #SRE de México informa: https://t.co/EMhnB3bweE pic.twitter.com/3E3orj6AE5
— SRE México (@SRE_mx) 27 de agosto de 2017
Bien dicho, lo peor que se puede hacer es discutir con un troll a través de Twitter.
Seamos nosotros quienes levantemos el nivel.