Equipos de rescate buscaban sobrevivientes este viernes después de que uno de los huracanes más poderosos en la historia de Estados Unidos impactó en el noroeste de Florida y causó la muerte de al menos 12 personas.
El huracán Michael golpeó el miércoles por la tarde la costa del denominado Panhandle de Florida, cerca de la pequeña localidad de Mexico Beach, con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora (kph), empujando a tierra una pared de agua de mar y causando inundaciones generalizadas.
Funcionarios de Virginia confirmaron la muerte de cinco personas debido a la tormenta, que se sumaban al menos a siete víctimas fatales en Florida, Georgia y Carolina del Norte.
«Estimo que el recuento de víctimas aumentará hoy y mañana», dijo a CNN Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). «Ojalá no suba drásticamente, pero sigue siendo una posibilidad», agregó.
En la mañana del viernes, Michael avanzaba sobre el sureste de Estados Unidos algo debilitado, pero aún generando fuertes vientos y lluvias torrenciales en Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, causando inundaciones.
Se trasladaba por el océano Atlántico al noreste de Norfolk, Virginia, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
Michael, que tocó tierra como huracán categoría 4 en la escala de cinco niveles de Saffir-Simpson, destrozó barrios enteros, reduciendo casas y negocios a montones de madera y revestimientos, dañando carreteras y dejando escenas de devastación.
Personal del Ejército estadounidense usaba equipo pesado para abrirse camino a través de los escombros en Mexico Beach y permitir que los rescatistas buscaran sobrevivientes o víctimas atrapadas, mientras helicópteros sobrevolaban la zona. Equipos de la FEMA empleaban perros, drones y GPS en la búsqueda.
«Nos preparamos para lo peor y esperamos lo mejor. Esto es obviamente lo peor», dijo Stephanie Palmer, bombero de FEMA y rescatista de Coral Springs, Florida.
Michael es la tercera tormenta más fuerte registrada en el territorio de Estados Unidos, detrás del huracán Camille en la costa del Golfo de Misisipi en 1969 y el huracán del Día del Trabajo de 1935 en los Cayos de Florida.
«Teníamos casas que estaban a un lado de la calle y ahora están del otro», dijo el alcalde de Port St. Joe, 19 kilómetros al este de Mexico Beach, quien vio desde su ventana árboles volar mientras capeaba la tormenta en su casa, a siete cuadras de la playa. Estimó que mil casas fueron total o parcialmente destruidas en su ciudad de 3 mil 500 habitantes.
Casi 1.1 millones de viviendas y comercios estaban sin luz desde Florida hasta Virginia la mañana de este viernes, según las compañías de electricidad. Se esperaba que la cifra de personas en refugios aumentara a 20 mil en los cinco estados, informó Brad Kieserman, de la Cruz Roja Estadounidense.
Según un meteorólogo del Departamento de Agricultura, la severidad de Michael causaría daños de hasta mil 900 millones de dólares y afectaría hasta 1.5 millones de hectáreas de cultivos. Las operaciones petroleras en la Costa del Golfo de México reanudaban operaciones tras cortar la producción en más de un 40 por ciento y evacuar sus plataformas.
Con información de Reuters