Un niño de tan solo 8 años tomó esa triste y fatal determinación, pues se quitó la vida delante de su hermano menor usando un cinto que ató a la litera, para luego arrojarse, y mientras lo hacía le dijo a su hermanito que lo haría porque su padre le quitó el celular.
“Le había quitado el celular como medida de corrección pues había tenido un mal comportamiento” dijo el padre de Ángel Brandon, quien también agregó que el niño se encontraba bajo tratamiento psicológico en su escuela debido a su comportamiento violento y grosero.
El padre al escuchar los gritos del otro hijo (menor), entró a la recámara y descolgó a Ángel, luego intento reanimarlo, pero al no obtener respuesta lo trasladó a una clínica del IMSS, pero era demasiado tarde y ya no tenía signos vitales.
El cuerpo del menor fue entregado a los padres después de la necropsia.