Luego de una hora de ser retenido por un grupo de encapuchados, el alcalde de Acapulco, Luis Walton, salió de su camioneta y subió a un auto blanco en el que abandonó el lugar, poco después de las 13:00 horas.
Alrededor de 400 personas, entre ellos padres de los estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y un grupo que personas embozadas, arribaron al puerto de Acapulco; a la altura del Centro de Convenciones, el alcalde fue interceptado e impidieron su marcha en una camioneta tipo Suburban.
Acompañado por otras dos personas y el conductor, el alcalde de Acapulco estuvo por casi una hora en su camioneta la cual fue «grafiteada».
Luego de salir de su camioneta, Walton entabló diálogo con los manifestantes.
El representante de los familiares desaparecidos, Melitón Ortega, dijo al alcalde que si durante la marcha les sucedía algo, sería su responsabilidad.