Algunos dicen que es una droga milagrosa para la epilepsia, el autismo severo e incluso los duros efectos secundarios de la quimioterapia, mientras otros condenan los efectos negativos que puede tener en los cuerpos todavía en crecimiento. ¿De qué hablamos? De la marihuana.
En Pendleton, Oregon, la mariguana es legal, tal como sucede en más de 20 estados del país vecino (Estados Unidos). Allí vive Mykayla Comstock, una niña de ocho años que sufre leucemia y toma grandes dosis de marihuana para tratar su enfermedad.
La decisión de tratar su enfermedad con esta planta fue de sus padres, quienes creen en los efectos curativos de la marihuana. Más allá de reducir el dolor, según ellos, la marihuana puede reducir los tumores.
Luego de que los doctores les informaran que la quimioterapia no estaba funcionando, las opciones se redujeron a radiación corporal y un trasplante de médula ósea. Pero ellos creyeron que no era necesario, así que comenzaron un tratamiento con aceite de cannabis. Ella toma 9.45 gramos de marihuana medicinal y, de acuerdo con la versión de sus padres, es una niña feliz.
