En México existen 40 millones de niños, de los cuales más de la mitad, 21.2 millones, se encuentran en pobreza y de éstos 4.7 millones viven en pobreza extrema.
Así lo establece el reporte “Pobreza y derechos sociales de niños, niñas y adolescentes en México 2010-2012”, elaborado de manera conjunta por el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Isabel Crowley, representante de Unicef en México, subrayó durante la presentación del informe que la pobreza que afecta a este sector de la población debe ser atendida de manera urgente ya que este flagelo se podría prolongar por el resto de la vida de estos individuos.
El caso más trágico es de los menores de 17 años de comunidades indígenas, pues casi ocho de cada 10 (78.5 por ciento) padece condiciones de pobreza, y uno de cada tres de ellos vive en pobreza extrema.
En general el 30 por ciento de la población infantil en el país experimentan “problemas severos” como falta de acceso a una alimentación sana y variada, lo que afecta significativamente en su desarrollo, afirmó la representante de Unicef.
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, señaló que la pobreza infantil en el país es incluso mayor que la de la población en su conjunto, pues mientras el porcentaje de la pobreza nacional alcanza 45.5 por ciento y de éstos 9.8 en pobreza extrema, mientras que entre la población de 0 a 17 años las cifras son 53.8 por ciento en pobreza y 12.1 en pobreza extrema.
Frente a ellos la Unicef y el Coneval dan seis recomendaciones dirigidas a todos los poderes públicos, de los tres niveles de gobierno, entre las que destaca dar un mayor impulso al desarrollo económico, garantizar el acceso universal a la salud, la alimentación y la educación, y generar estrategias integrales de desarrollo infantil.