Si el home office absorbe todo tu día, esto podría pasarte

por página del autor

0 comments México

El estrés laboral ya llegó a casa. Si antes lo dejábamos en la oficina para relajarnos en nuestro hogar, ahora eso cuesta más trabajo. La pandemia obligó al mundo entero a implementar el “home office” obligatorio para evitar contagios y más que un escenario ideal, para la mayoría se convirtió en un nuevo reto con muchas dificultades.

Ni empresas ni empleados estaban acostumbrados a este formato y ambos crearon un problema general: no saber organizarse. Al perder el control de un horario de entrada y salida, en algunas situaciones hubo un cambio de trabajo a las 24 horas, lo que despegó los niveles de estrés e hizo más pesada la rutina.

Al poco tiempo de que el «home office» llegara a ser parte de la vida de muchos, una encuesta realizada reveló que el 52% de los trabajadores sentían que en sus trabajos no recibían apoyo para enfrentar la nueva realidad.

Las enfermedades mentales son, por un lado, menospreciadas por los prejuicios y, por otro, todavía un terreno en descubrimiento constante por la medicina. Sin embargo, se trata de algo tan real como el resto de los padecimientos y nuestro cuerpo lo resiente como tal. El estrés laboral o el “burnout”, puede provocar dolor de cabeza, de espalda y cansancio crónico. Otras señales de alarma son insomnio, déficit de atención y un estado de ánimo más irritable.

Distracción constante

Nuestra mente funciona de maneras que muchas veces no entendemos para protegernos. Ante la sobrecarga de trabajo, es común ver una baja en la productividad puesto que, de manera inconsciente, nuestra cabeza puede estar tratando de alejarnos de aquello que nos hace daño, volviéndonos más dispersos. Por otro lado, el cerebro también se cansa y al alcanzar su límite, como una máquina, dejará de funcionar adecuadamente.

Cuidar los acuerdos

Algunas personas de pronto se vieron en un callejón sin salida, donde no se respetaban sus horarios y la carga laboral parecía más pesada. Lo más ideal para el “home office” es alcanzar acuerdos. Empleados y empresas deben hablar de horarios, actividades y resultados y ambos deben respetarlos, además de entender los derechos laborales y saber que la situación que se vive es atípica y requiere medidas particulares. La salud y la productividad van de la mano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *